Encantada de saludarte. Soy Virginia Pérez de la Fuente (aunque empezarás a llamarme Vir en cuanto termines de leer esta página).

C
opywriter, emprendedora y fundadora de Frescopy.

Parafraseando a Steve Jobs, este es el resumen de la historia de mi vida:

“Solo podéis conectar los puntos mirando hacia el pasado. 
Por ello tenéis que confiar en que, de alguna manera, se conectarán en vuestro futuro.”

Soy copywriter certificada por Big Bang Conversion, la escuela de Javi Pastor.

¿Por qué resalto ‘certificada’? Porque el copywriting no es escribir bien o ser creativo. Para que lo que comuniques consiga su objetivo hay que conocer el camino de conciencia del potencial cliente, las estructuras de escritura persuasiva, las técnicas de marketing eficaces… 

«la creatividad es la inteligencia divirtiéndose.»

La inteligencia, no el hobbie.

Sin embargo, mi dedicación al copy ha sido tardía. Antes me licencié en Derecho, fui Letrado Titular del Servicio de Orientación Jurídica de Menores de Madrid y salté al Tercer Sector, en el que trabajé 12 años en puestos de coordinación de ONGs.


Y de repente tuve que parar…

7 años apartada del mundo laboral por circunstancias inesperadas que requerían toda mi atención.

Sin embargo, nada ha sucedido en vano. 


Cuando intenté reincorporarme, yo tenía un montón de años de experiencia y los “jovencitos” 0. Pero lamentablemente mi experiencia pesaba poco. Ellos eran lo que llamo “todistas” (servían lo mismo para un roto que para un descosido) y, sobre todo, estaban dispuestos a cobrar lo que fuera. 
¿Dificultad? Para mí es sinónimo de buscar solución. Desde muy pequeña ha sido así.
Gracias a esa dificultad me lancé a “reinventarme” (no me gusta nada ese “palabro”, pero para que me entiendas).

Pensé ¿qué se me ha dado bien siempre,  en todo puesto que he ocupado?

Escribir y comunicar.

Cuando ejercía como abogado mi jefa alucinaba con mi relato de los “antecedentes de hecho”. Recuerdo que decía que era como leer una novela, que todo iba ligado, que facilitaba recordar puntos clave. Y si escribía un requerimiento de desalojo me daba su aprobación con sonrisa de máxima satisfacción porque era una “carta bomba”. 

Después, en el mundo de las ONGs, me fascinaba buscar cómo ser persuasiva en una solicitud de subvención o cuidaba cada presentación de proyectos al detalle. Aunque lo que más disfruté, sin duda alguna, fue encargarme de las newsletters: cada vez que llegaba un email de agradecimiento de alguien suscrito me crecían alas para seguir conectando con nuestro público.

Mirar hacia atrás y conectar los puntos…

Así que hoy estoy dedicándome profesionalmente a lo que siempre me ha apasionado:

Ojalá hubiera descubierto el copy a los 25 años… 

Escribir para contar

Escribir para convencer

Escribir para concienciar

Comunicación persuasiva para negocios que emocionan.

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